lunes, marzo 17, 2008

... cáncer ...

¿Así solucionas tus problemas, verdad? No quieres hablar, no quieres asumir la opinión de otra... estas cegado por un ego estúpido que te impide reconocer que tratas con personas humanas. Te crees que has perdido el control y debes recuperarlo cómo sea. Te crees que por equivocarte te vas a sentir humillado. Te crees que no puedes cometer ningún error, y que no necesitas que nadie te enseñe. ¡No, no te escondas en tus quejas, en tus penúrias ni en tu arrepentiemiento!...

... eres patético, vulgar asesino...

... levantas la voz, te pones a chillar a la mínima que ella te replica. Ella quiere hablar contigo, pero tu no asumes que diga nada ni que tenga un poco de razón. La pegas para que se calle... que valiente que eres... La tienes asustada. Ya está, tu figura se eleva hasta el techo. Te alzas un un ego asqueroso de superioridad ¿porque no te caes, ábrete la cabeza contra el suelo y desapareces, ¡cáncer asesino!? Pero no eres superior a nadie. ¡No tienes ningún derecho a pegar a nadie! ¡No tienes ningún derecho a someter a nadie bajo tu tiranía y repugnante dictadura de maltrato! El miedo que provocas hace que no seas superior a nadie; hace que te empequeñezcas porque no vas a tener, ¡nunca más!, ningún reconocimiento social ni ningún apoyo ni nadie que quiera educarte para que puedas arrepentirte.


Los que viven en despachos no saben la realidad de la vida. No nos queda más remedio que trátarte igual que tu la trataste. Te vamos a marginar, no podrás tener contacto con nadie, vamos a negarte la vida social e incluso, si te sigues portando mal, vamos a quitarte tus necesidades biológicas que te mantienen vivo. Todos los que te vean o se crucen contigo tiene el permiso de pegarte ¡si! aún portándote bien. No sirve que te arrepientas. El mal que has hecho no puede tener ningún tipo de perdón... ¡maltratar a un ser idéntico al que te trajo al mundo! No mereces otro castigo que el que le diste a ella durante tantos años sin motivo alguno. Así, todo el mundo que se tropiece contigo va a tratarte como escoria, como basura... sin motivo ni derecho ninguno, porque si, porque tu tampoco tenías ni derecho ni una razón para actuar como actuaste.

Ella ya no está aquí. Ya no puede seguir criando sus hijos... ¡si! sus hijos, porque tu no te mereces que estén contigo; les has quitado su alimento, les has quitado su cobijo, les has quitado su ternura, les has quitado media vida y... ¿ahora quieres quitarte tu la tuya? ¡No señor!, vamos a ser nosotros los que lo hagamos, vamos a ser la gente buena, cordial, sabia y respetuosa la que elimine este maldito cáncer que eres tu, vulgar asesino ¡Púdrete en las calles de la soledad y la marginación social! ... no mereces ningún respeto...

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