lunes, noviembre 26, 2007

¡chorradas!

Pocas veces, cuando la economía de uno lo permite, viene muy bien aparcar el trabajo y quedar con los amigos para tomar unas copas, charlar, saber de la vida de cada uno.
Hablando con mamarrachos, bebiendo y comiendo un bocata de arroz, me piden que publique un meme
- ¿perdón?
- si, publica un meme
- ¿qué es un meme?
- ¡si hombre! una transmisión cultural, que por la red se traduce en hacer una lista de cosas
- (???)
- mira la definición en la wikipedia
- y ¿de que quieres que haga la lista?
- de embutidos. Ponle un toque de humor a tu blog.

Entre tanto pensamiento, que no lleva más que un estado de preocupación y cansancio anímico, me paro a pensar que un toque de gracia, publicar una chorrada en el blog puede hacerlo más ameno para el anónimo lector y quizá surjan más visitas de las actuales. No nos engañemos, todo el mundo que crea un blog espera que gente anónima o conocida lo visite y dejen un rastro de su paso. A todos nos surge un lugar vanidoso de vez en cuando para darnos a conocer.
Y puestos a realizar esta curiosa lista...

1) Jamón serrano, y más si es ibérico. Textura jugosa, grasa y magra se mezcla para darle un sabor... ¡único en el mundo!

2) Lomo seco. Bien curado, es un manjar que apetece a cualquier momento del día, sea para almuerzo, merienda o cena. He probado una variante la cual lleva grasa y aún lo hace más apetecible.

3) Chorizo (¿ibérico? ¡por supuesto!). Cuánto gusto da quedar pringado de grasa rojilla. Tiene un gusto fuerte, a veces picante, y jugoso a la vez.

4) Fuet. Exquisitez catalana (¡ojo! no confundir con longaniza), de gusto jugoso y suabe, que pasa muy bien acompañado con trocitos de pan y un vaso de vino.

5) Butifarra d'ou (o de huevo). Con la misma base del chorizo, un poco más seco y acompañado de huevo para darle un gusto suave que hace que quieras comer más y más.

Aquí dejo mi lista, cumpliendo con algo que no me había propuesto redactar cuando abrí mi blog, esperando que esté bien guardado en nuestro atzucac

sábado, noviembre 10, 2007

La belleza de lo minoritario

Ana Ivanovic. Algunas de las pocas pausas que me permite el viaje las dedico a ver deporte. Deportes no tan minoritarios a estas alturas de la vida, pero que no tienen aún mucho calado a ese público el cual sólo ve en el deporte una vía de escape para su dinero negro, una vía de escape para sus furias y pasiones descontroladas. Esos deportes, los participantes de los cuales sudan la camiseta en cada canasta, en cada gol, en cada punto, Ana Ivanovic, para poder garantizarse un mínimo ingreso y una vida placentera disfrutando de su trabajo.
Al que le gusta el deporte; al que le gusta entender a qué se juega; al que le gusta ver buenos movimientos técnicos; al que le gusta pensar en la psicología de la táctica para derrotar al rival, no le interesa saber que se cuece cada día de la semana cuando no hay competición. Cuando ese deporte de once contra once no da noticias, la prensa se inventa cualquier reportaje sin sentido sobre qué hacen o dejan de hacer los que lo practican y lo gestionan; se puede leer en prensa noticias irrelevantes para al lector entendido. Con el fin de llenar páginas y páginas de datos absurdos, la prensa deportiva se convierte en prensa asquerosa y estúpida de cotilleo.


Durante estos días, algunas de las pocas pausas que me permite el viaje las he dedicado a seguir un torneo de tenis femenino. Ana Ivanovic. Me he dedicado a ver y estudiar cómo se juega y quién participaba; me he dado cuenta que poco tiene que ver con un torneo masculino. Aquí no hay tanta fuerza, no hay tanta rapidez de movimientos, pero también hay intensidad, hay técnica, hay belleza en los movimientos y, cómo no, hay belleza en las deportistas. Ana Ivanovic. De entre las deportistas que han participado en el torneo, me ha llamado la atención una jugadora en particular. Golpes duros, subidas a la red, agresividad para disputar cada punto... ha desplegado un tenis muy bueno, aunque se ha quedado a las puertas de disputar la final del torneo. Ana Ivanovic. Hermoso azabache ¿es así realmente la auténtica belleza balcánica? Toda alabanza es poca para tanta beldad. No soy seguidor de nadie ni seguidor de tendencias. Mi pasión la dirijo a otro tipo de deporte. Pero siempre que pueda, algunas de las pausas que me permita el viaje las dedicaré a verla jugar.

domingo, noviembre 04, 2007

de fiesta

Siempre hay unos días, en la vida de cada uno, para quedar, ver y charlar con gente la cual el resto del año no se tiene contacto.

El barco ha quedado anclado varios días, se ha detenido el transcurso del viaje. Las actividades rutinarias se paran o hay que compaginarlas con las actividades extra que lleva preparar la fiesta. Tocan hacer preparativos. Atracciones, paradas para vender cualquier producto o comida y chiringuitos para ir a tomar algo por la noche. Muchos compañeros de viaje salen a la calle para disfrutar de toda una variedad de exposiciones que ver, ferias que visitar, atracciones que montar... ya sea acompañados por sus parejas, por sus hijos... la fiesta mayor es un buen reclamo para salir a la calle no sólo para ir a trabajar, si no para disfrutar de los que nos acompañan un poco más de lo habitual.

También es excusa perfecta para verse con los amigos. Se reservan mesas para ir de cena, o se come en el primer sitio que tenga unas sillas y una mesa libre para ese grupo de cinco o seis amigos que no han podido reservar.
También es complicado el hecho de quedar con aquellos compañeros que hace tiempo que no se citan para salir. El hecho de encontrar pareja, tener trabajo estable, pensar en hacer una vida sedentaria aunque confortable, o de haber entablado nuevas amistades priva a muchos de mantener ese contacto de antaño.
Es agradable, sin duda, salir por la noche, beber y comer hasta que el cuerpo (o el bolsillo!) diga basta, echar unas risas, charlar y saltar o mover el cuerpo a ritmo de algún que otro concierto que acompaña la noche.
Aunque no comprendo que tiene de divertido ir al mismo sitio, hablar con la misma gente que la noche anterior cada día de fiesta. ¿Hay que salir, hay que divertirse sólo por la noche? ¿tanta diversión en pocos días? ¿no se convierte eso en monótono? ¿no hay más sitios dónde estar? Vuelve tarde para levantarte tarde y volver a salir para volver tarde, levantarse tarde... y luego has desgastado tanta diversión en poco tiempo que luego el resto del viaje te parece algo muy aburrido, sin ningún interés. Sin duda, entiendo que es un espacio corto de tiempo que vale la pena disfrutar. Sin duda, se sale de una rutina par ir a otra, aunque sea breve.