domingo, enero 29, 2012

¡Recuperando la ilusión!

Esta temporada o curso (como quieras llamarle), me siento un poco mejor. He recuperado algo de valentía para enseñar de nuevo, aunque sigo en un papel no tan vistoso, más en la sombra, ayudando y aprendiendo a la vez, dirigiendo a buenos jugadores y enseñando en una nueva escuela de baloncesto, rodeado de amigos y con nuevas jugadoras, que disfrutan de este deporte tanto como solía hacerlo yo.

Dónde entreno esta temporada, se respira más la competición. Se respira un aire más cargado de presión y de exigencia, para mantener alta la imagen de un club de baloncesto en el cual también se premia el aprendizaje de la victoria y de la derrota, se premia el como se consigue la victoria y se premia que las jugadoras aprendan valores del trabajo individual y, sobre todo, colectivo. 
Puedo esta temporada presumir que enseño a unas jugadoras con afán de mejorar y de ganar. Y ese afán hizo que dos de ellas fueran premiadas para representar nuestra selección en el torneo nacional. Tanto es el orgullo que siento, que sentí, que renuncié a algunos días de familia, días tristes para mí, para poder verlas jugar.

... Y sin que lo supieran, nos presentamos a la ciudad dónde se realizaba el torneo, Y llegamos justo a tiempo para ver el primer partido importante. Al finalizar se alegraron mucho de vernos allá. Tuvieron algunos minutos para estar con los familiares y de postre también pudimos hablar con ellas, preguntarles como les iba, como se sentían...


Al final de la competición no obtuvieron el premio mayor, aunque volvieron contentas porque un tercer puesto es la alegría del que obtiene la última medalla por otorgar, obtiene el último lugar en el recuerdo. A nivel personal, fue una buena experiéncia, siempre había querido que algun jugador o jugadora a los cuales he tenido el privilegio de entrenar llegaran alto y esta vez así ha sido. Se que años atrás otros colegas realizaron un trabajo previo, pero yo he podido disfrutarlo. También has sido una buena experiéncia poder ver otras maneras de dirigir partidos y tácticas para afrontarlos. Saber de otras maneras de dirigir un vestuario, de dirigir un grupo humano que, aunque no considere que sean acertadas, es bueno distinguir lo malo de lo bueno para saber que es lo que no hay que hacer y poder mejorar esa dirección de vestuario y poder mejorar como y que cosas hay que enseñar.

... Aún sigo teniendo un poco de miedo por mi carácter, aún no se si soy capaz de volver a enrolarme en el papel principal, de dar la cara, de romperme la cabeza para liderar un progreso educativo tanto en lo deportivo como en lo personal. Y mientras sigo luchando para recuperar la confianza y la ilusión, sigo aportando lo que se, sigo dando consejos que me parecen que se deben saber, sigo aportando las pocas cosas que se para completar la formación que estamos dando. Y lo más importante, sigo aprendiendo de los que saben y de los que quieren saber.

martes, enero 17, 2012

Diario del fin ... dia 17

Llevo dos semanas trabajando duro, he estado atendiendo a tareas que me han encomendado, tareas que he querido llevar a cabo y la tarea principal de dirigir la navegación por buena ruta va viento en popa. Estoy algo más despierto en los estudios, así puedo decidir bien como dar cada nuevo golpe de timón. 
Tengo todas las anotaciones en folios... Anotaciones a boli que luego debo pasar a limpio para poder presentar todo lo realizado. En unos días debo recopilar toda esta información y redactarla bien. Si consigo plasmar del modo correcto todas esas anotaciones, es posible que me acepten este último trabajo y al fin poder terminar.
A parte de ello, en un par de semanas debo tener algunos resultados a la vista... creo que puedo cumplir con las fechas porque el desarrollo de mis estudios progresa bien, me sorprendo a mi mismo de mis logros. 

Parece una declaración de intenciones, pero realmente hay poco que contar de más. Ayer pude ir a ejercitarme un poco, media hora, pero suficiente para sentir mi cuerpo algo menos entumecido y algo más sano.
No lo se, pero parece que he empezado bien este nuevo año. Me hizo bien tu presencia, entramos juntos en esta nueva etapa, la última de mi presente. La verdad que no te esperaba y verte me llenó el corazón de ánimo y alegría... Esta vez hay parece que el deseo por volver a verte y volver pasar un rato agradable contigo me empuja a esforzarme cada día más.

Creo que no está mal, pero no me viene nada más que contar... Otro día intentaré explicar más cosas, más detalladas quizá... ya estoy esperando que vuelvas a aparecer.