lunes, marzo 23, 2009

... de viaje por ... Grecia (1)

En una estrellada noche de verano llegué a una isla que guardaba signos de una antigua civilización. El viaje surgió casi de la noche a la mañana, vi en un cartel que se precisaba compañero de viaje para llenar un espacio vacío, me interesó el destino, me apunté al viaje.

Llegué en solitario, ya que mis compañeros me esperaban allí, y lo primero que me regaló ese destino era una postal magnifica del mayor emblema de esa isla, una vista preciosa de una gran fortaleza vista desde una de las muchas puertas que aún quedan en pie. No hubo tiempo para más; estábamos cansados, así que directos nos fuimos a las habitaciones a descansar.


Ya de día volvimos al lugar de la postal, bajo un sol abrasador y respirando un ambiente muy seco y polvoriento. Estuvimos todo el día andando, contemplando y retratando aquellos grandes templos dentro de un basto recinto, esculpidos a lo alto de un monte, con un tipo de piedra que alberga siglos de historia. Y de los gastados monumentos, buscando algo de sombra para escondernos de tan caluroso sol, encontramos una antigua ciudad la cual, con ayuda de mucha imaginación, pudimos recrear sus ramblas y paseos, pudimos recrear sus edificios de reunión y adoración, pudimos recrear las calles por dónde grandes personas de su tiempo paseaban e intentaban dar sentido a la vida.

Fue una jornada muy cansada, mas un viaje de placer nunca es cansado. Regresamos a nuestras habitaciones con la satisfacción de haber conocido en persona ese sitio que tantas veces hemos visto y estudiado en los libros.
A la mañana siguiente recogimos un vehículo a nuestro nombre, con el cual iniciamos nuestro viaje por la isla. Muchos lugares de ensueño y más lugares con historia nos esperaban...

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