viernes, febrero 15, 2008

La voz de una buena saga

... también me habló de tres libros más, continuación de éste, pero que no tocaban tanto el tema ciéncia/ficción sino más bien se basaban en muchos razonamientos filosóficos y éticos. No recuerdo si su descripción fué más detallada; si recuerdo que no la hizo tan interesante como con el primero; aun así, sentí curiosidad por leer más sobre Ender y me lanzé de nuevo a su mundo.

El primero de los tres, La voz de los muertos (Speaker for the Death), no aparece Ender hasta muchas páginas leidas. Mientras, una nueva história es presentada; se localiza un nuevo planeta dónde habitan humanos junto a una nueva espécie alienigena. De un importante descubrimiento biológico surje una compleja trama ética y moral, referente a la existéncia de esta nueva espécie. Ender aparece para hablar sobre la vida que tuvieron humanos que murieron, cómo vivieron y el fin de todos sus actos. Y a partir de ahí, Ender lucha para recuperar algo que no tuvo en su infancia y para dar de nuevo algo que arrebató a los insectos alienigenas, pero preservando el hábitat de la nueva espécie descubierta.
En este libro se presenta una nueva história que nada tiene que ver con la vivida durante la infáncia del protagonista; es la introducción a nuevos acontecimientos. Y al leer una novedad, uno ansía saber cómo se van a desarrollar las incertidumbres de cada personaje, uno ansía...

... conocer más detalles del hacer de cada personaje. Por ello hay que seguir leyendo. No se puede dejar a medias una saga.
Este segundo libro está creado a modo de cuerpo de la historia. Por si la trama filosófica no fuera bastante larga y profunda, un segundo de la trilogía es presentado. En Ender, el Genocida (Xenocide) se sigue trantando la psicólogia de cada personaje, cómo si del principal se tratara. Se observa un estudio muy filosofico y profundo sobre la razón de ser de cada espécie viviente y de cómo deben coexistir; llega un punto de la lectura en que todas las especies vivientes se ven amenazadas en desaparecer, y el debate entre personajes sobre este tema ¡es para quitarse el sombrero!
En la trama principal se mezcla un rico discurso de cómo se elavora el trato con la familia y las relaciones entre personas. Tambíen el debate religioso está presente en el desarrollo de la trama, aunque no es de mi agrado.
Este segundo libro no engancha por la acción, ya que carece, en parte, de ella, sino de cómo cada personaje afronta cada situación y cómo entre todos deben deliberar la solución a sus diferéncias y problemas. Los diálogos entre personajes son muy apasionantes y desbordan mucha riqueza de lenguaje, de sentido y contenido; quizá a algún lector menos exigente le puede llegar a aborrecer...

... y para colofón final, como desenlace de toda la trama; como desenlace de la posible destrucción de las espécies que aparecen en la trilogia, en Hijos de la mente (Children of the mind) se vuelven a vislumbrar más indicios de que se trata de un novela de ciéncia/ficción. El viaje instantáneo, las comunicaciones instantáneas y una red universal de ordenadores son una arquitectura perfecta para poner fin a esta maravillosa obra. Aquí, las conclusiones filosóficas son espectaculares: se lleva el discurso de la supervivéncia o destrucción de las espécies al límite; y van acompañadas de algo más de acción o aventura, cosa que hace del libro algo más atractivo. Otra vez, este libro hace que uno se estremezca de emoción.

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