martes, julio 05, 2011

... miedo a la vida ...

¡Fíjate, cuánto trabajo me queda por hacer! Está la cubierta por un lado... mírala, aún sin la capa protectora ni la pintura... aquí está el mástil ... ¿la vela? Aún tengo que encargar la ropa para hacerla... ¡no!, no estoy para nada motivado. Me animaron a que me embarcara en ese viaje, de un día para el otro, cuándo yo no tenia intención de surcar el mar. Me asignaron un patrón y entre él y yo tuvimos que realizar una propuesta de viaje, que ni él creía ni yo tampoco. Bueno... él si creía en parte, porque ahora realiza varios viajes para enseñar los primeros trabajos que realicé bajo su tutela y que él creía que debía hacer.
Pero parte de mi decía que ese plan de viaje no iba conmigo, que no satisfacía mis inquietudes... Y ya sabes que en este tiempo la vida me ha dado un par de duras lecciones, que me han obligado a hacer otros trabajos para olvidarme de ellas. Así que mira... con esto no se puede navegar, no he realizado ninguna de las tareas que se suponía tenía que hacer... ¡no! no estoy para nada motivado.

Esas duras lecciones han hecho que este tiempo tenga otro tipo de vida: vida de trabajo, vida para aprender a vivir por mi cuenta, vida para estar tiempo con los amigos, vida para valorar y tomar decisiones sobre mi futuro por mi cuenta... si no hubiera recibido esas lecciones, quizá no te hubiera conocido.
Lo bueno es que puedo explicarte porque el viaje hacia mi futuro se ha convertido en papel mojado. He tenido miedo a desperdiciar los segundos de mi vida. He tenido miedo a perderme buenos momentos con mis amigos, he querido pasar tiempo con ellos, amigos que durante toda mi vida me han hecho falta y que desde hace unos años he encontrado. También he estado perdido, queriendo buscar quién me acompañara en mi vida... pero esta búsqueda ha sido en vano porque... porque mi corazón no está aquí, mi corazón no se siente parte de aquí... Así que durante este tiempo... he estado perdido y he tenido mucho miedo.

Justo es ahora, que empiezo a valorar las cosas buenas. Justo es ahora, que empiezo a perder el miedo a cumplir los sueños que siempre he tenido. Todo porque no quiero desperdiciar ni un momento de mi vida, todo porque te aprecio y me aprecias, y aprecias lo que yo hago y cómo soy. Y no sólo tu, mis amigos también me aprecian y ahora me estoy dando cuenta. Pero cuando pensaba que mis preocupaciones presentes son un freno en mi vida, hoy me he encontrado con una vieja amiga, una muy buena compañera de instituto... la he visto sin su preciosa melena morena, la he visto sonriente cómo siempre pero he visto a través de sus ojos y expresión que ella ha sufrido por su vida, porque un mal llamado cáncer quería apoderarse de ella.
Y lloro por ella, porque al explicarme lo que le ha pasado... he vuelto a sentir miedo. Lloro porque estoy cansado de recibir duras lecciones.

No hay comentarios: