viernes, julio 08, 2011

... ¿destino? ¡fracaso! ...

Llega el día. Mañana se supone que debía llegar a mi destino, a ese destino que desconocía. Se supone que tenía que llegar sin saber qué objetivo cumplir, sin ninguna carta de navegación, sin ninguna orientación y encima sin saber navegar.
Así que tuve que aprender, tuve que leer mucho, tuve que esforzarme para tener mi mente ocupada en seguir esa nueva ruta... pero no podía concentrarme en la labor. Me he perdido constantemente, buscando lo que había perdido, buscando de noche, yo solo, y me perdía. Empecé nuevos trabajos con los que estar ocupado, rutas paralelas que llevan a mi futuro. Pero estos nuevos trabajos me han permitido seguir aprendiendo en la vida.

Llega el día. Mañana se supone que tengo que presentarme, con mi trabajo hecho, ante un tribunal que evalúe mi viaje. Aunque se supone que hacen un seguimiento y muestran interés en el trabajo que les tengo que presentar... esto es un hecho del que siempre he dudado y la mayor razón por la que he querido seguir con este camino... hasta ahora.
Estas dudas y no saber vislumbrar mi futuro, han hecho que haya regresado de este viaje, haya abandonado esta ruta llena de mares insurcables, haya abandonado este camino hacia mi futuro que en su día empecé sin ninguna convicción.

Desde hace tiempo que mi mente me decía que no era una buena ruta y que me embarcaba en la nave equivocada. Muchas veces he querido abandonar y buscar alguna otra ruta más fácil, alguna otra ruta en la que pudiera aprender más, dónde pudiera tener un buen guía que me enseñara cómo avanzar. Pero por esa extraña manera de ser, en la que siempre he querido mostrar fortaleza, no abandonar e ir avanzando, por esa extraña razón, no he abandonado... hasta ahora.
Debo reconocer que me he equivocado, ¡que debo buscar un objetivo, por pequeño que sea, que realmente me guste! Me he equivocado y he perdido la inversión que hice en su día, llevado por malos consejos externos sin hacer caso a mi cabeza y a mi corazón. Así que ahora sólo cabe levantarse, elegir bien la nueva ruta, hacerme caso en lo que quiero llegar a ser y avanzar con todas mis fuerzas hacia otro nuevo destino, que me lleve al éxito.

Llega el día. El día en que fracaso. El día en que empiezo de nuevo.

No hay comentarios: