viernes, febrero 17, 2012

Diario del fin... dia 46

Hoy ha sido un día productivo. Me he quedado toda la jornada en mi despacho intentando aprender una habilidad nueva y al final lo he conseguido. De manera muy sencilla he sacado a delante algo que tenía que aprender... de ahora en adelante deberé utilizar este nuevo conocimiento para tareas algo más complejas... pero he adquirido la esencia y así puedo seguir adelante con mi proyecto.
Me he quedado toda la jornada en mi despacho. Sólo me he permitido poco tiempo para distraerme, tiempo para comer y leer el periódico, y pequeños momentos para estirar las piernas. A uno se le queda el cuerpo agarrotado tanto tiempo sentado en la silla, así que intento dedicar breves momentos para caminar y desentumecerme.

Pero lo peor de hoy no es que el cuerpo se agarrote de tanta tensión, no... Lo peor ha sido la vuelta a casa.  Hoy ha sido una jornada solitaria. Hoy no han venido... no estaban los compañeros de siempre, y a la vuelta... des de hace tiempo que no experimentaba esta sensación de soledad... de volver a casa y encontrar... nada. Y coincide además en que tu no estás... miro al cielo y no te veo. Has dejado puntitos brillantes en el firmamento que me recuerdan que cada cierto tiempo te escondes para luego volver a aparecer...Ha sido duro... tenía más ganas tumbarme y no hacer nada...

Como de costumbre y siguiendo mi rutina, me he olvidado de todo y me he ido a enseñar. Los entrenamientos han ido mejor que otros días. Hace tiempo que parece que no están rindiendo al máximo, no se cansan, parece que no quieren aprender ni ir a mejor, parece que se conformen con lo que tienen, que les da igual hacer las cosas bien o mal. Parece que la rutina puede con ellas y no quieren pelear. Muestran miedo a la corrección que les podamos dar pero no hacen nada para afrontarlo y mejorarlo y yo cada vez me enojo más y transmito miedo... parece que todo siga igual o que se cree una espiral cada vez mayor. Así que yo aprendo y intento estar siempre positivo con ellas, aunque recto y severo.
Hoy ha ido un poco mejor. Aunque, al finalizar, otra vez me he sentido vacío pensando en ti, pensando cuándo será la próxima vez que te veré... Pero otra vez debo mostrarme fuerte. Tenemos invitados a cenar.

No hay comentarios: